En México existe un gran número de opciones para invertir en sociedades de inversión, aunque en realidad muchas pueden caer en categorías similares. Podemos encontrar, de manera general, los siguientes tipos de fondos:
Sociedades de inversión que invierten en deuda mexicana denominada en pesos (con horizontes de corto, mediano o largo plazo).
Fondos que invierten en deuda mexicana denominada en dólares (horizontes de largo plazo).
Fondos de cobertura cambiaria (chequeras en dólares).
Sociedades de inversión que invierten en acciones de la Bolsa Mexicana de Valores con distintas estrategias.
Fondos que invierten en acciones internacionales -en diferentes países y territorios, lo cual es muy interesante. Esto significa que podemos invertir de manera indirecta en prácticamente todo el mundo.
Por ello, la decisión sobre cómo elegir a una operadora o distribuidora de fondos a través de la cual invertiremos nuestro dinero es bastante difícil. Para lograr hacer una elección óptima, tenemos que ir reduciendo las opciones mediante ciertos filtros que nos permitan ir descartando a aquellas que no cumplan con nuestras necesidades y expectativas:
Monto de apertura. Éste es quizá el principal criterio para eliminar opciones. En el mercado existen operadoras que están enfocadas a distintos mercados y en función de su estrategia de diferenciación, piden ciertos montos para poder abrir -y mantener- un contrato con ellos. Por ende, lo primero que debemos de hacer es buscar aquellas opciones que tengan un monto de apertura que podamos manejar.
Productos que ofrecen. Todos tenemos distintas necesidades de inversión y por lo tanto es importante elegir una operadora o distribuidora de fondos que nos ofrezca las opciones que necesitamos para administrar nuestras inversiones y para diversificarnos adecuadamente. Existen operadoras, por ejemplo, que únicamente ofrecen fondos de inversión en instrumentos de deuda en pesos mexicanos, pero que no ofrecen fondos que invierten en acciones o en instrumentos denominados en dólares, lo cual puede ser un impedimento para quienes deseamos invertir una parte de nuestro dinero de esa forma y así obtener una diversificación.
Estabilidad / consistencia en el manejo de sus fondos. Éste es un punto clave y quizá uno de los más difíciles de evaluar. El secreto consiste en evaluar el desempeño histórico de cada fondo con respecto a su respectivo benchmark, así como la consistencia. De nada sirve un fondo que se haya desempeñado muy bien en un año, muy mal en otro año y regular en el tercer año. Aunque rendimientos pasados no son garantía de que el comportamiento será similar en el futuro, esto pone a prueba la efectividad de la estrategia utilizada en el manejo de cada fondo. Toda operadora o distribuidora debe ser capaz de ofrecer estadísticas de varios años de desempeño de sus fondos.
Servicio / calidad de asesoría. Desde nuestro punto de vista, éste es un elemento clave. Una de las recomendaciones que hacemos frecuentemente a nuestros lectores, antes de hacer su decisión final, es que acudan o llamen a representantes de cada una de las opciones que no fueron descartadas. Hay que escuchar lo que nos digan, preguntar nuestras dudas y ver la calidad de las respuestas que nos ofrecen. Nunca debemos invertir con un asesor orientado a vendernos sus productos a toda costa, sino a uno que anteponga nuestras necesidades y que las escuche de antemano. Escuchar y entender las necesidades del cliente es la mejor forma de vender, aunque muchos lo olvidemos. Con este ejercicio nos podremos dar cuenta, en vivo, de la calidad de atención y servicio que esperaríamos recibir. Desde luego, la mejor opción será aquella con la que nos hayamos sentido más cómodos.
SEP
Sobre el autor:
Contador Publico Titulado del ITESO Catedrático del ITESO en materias fiscales, financieras y contables. Ex Funcionario de empresa nacionales y transnacionales Especialidades en impuestos por la U. Panamericana y el ITESO